jueves, 31 de marzo de 2011

spanish fiction

casas vacías, bancos con amenaza de quiebra por no cobrar, gente parada y gente sobrexplotada... La solución a la crisis de civilización que tenemos: Se le perdona la hipoteca (amnistía) a quien reduzca su jornada laboral a la mitad, creándose un puesto de trabajo a media jornada nuevo (una persona menos en paro).

martes, 22 de marzo de 2011

... más allá del arcoiris



Por lo que sé el multilateralismo murió tempranamente cuando en la primera mitad del vigésimo siglo de la cristiandad la Sociedad de Naciones falló en su empeño de impedir la invasión japonesa de una parte de China llamada Manchuria.
Las actuales Naciones Unidas son reencarnación de aquella Sociedad de Naciones, dos guerras mundiales como partos.
Escucho y leo los argumentos de mis compañer@s de espectro ideológico (extrema izquierda) y me vienen a la mente las imágenes de Neville Chamberlain evitando sucesivamente la nueva guerra en Europa, cediendo Checoloslovaqua, Austria y España al fascismo. Época coetánea de la lucha de Ghandi, según la película que vi, esa tan larga. ¿Qué pasa con la no-violencia activa, con el pacifismo? ¿Qué pasa con lo militar, con las guerras, con la violencia? Túnez y Egipto han tenido muertes. La población civil ha mostrado una madurez insólita. Han sufrido represión policial y violencia. Han respondido a ella pacíficamente... hasta llegar a las imágenes transmitidas mundialmente en directo por AlJazeera del choque a pedradas, palos y caballos, a cócteles molotov, de la Plaza de la Liberación.
La principal estrategia rebelde fue el juntarse. También el organizarse. Por lo que se contó, establecían controles de acceso. Vigilaban que quienes entraran a la plaza lo hicieran desarmad@s. Pedían la documentación. Esto no fue en balde. Los dictadores de Túnez y de Egipto por lo que se cuenta se apoyaron en sus aparatos policiales, y los reforzaron con población reclusa violenta, asalariada para la ocasión. Mercenarios.
Se les vio en esos días en la plaza del Cairo. Pero fue breve. Una ola numerosa contra otra multitud mayor. La población rebelde aguantó, devolvió las pedradas, levantó barricadas de autoprotección y conservó la plaza. Fundamental fue lo que se vió del ejército. Había tanques en las calles. Sobrevolaron aviones de caza. Nada podían. Eran meros adornos. Nada. ¿Cómo atacar a la gente toda? No lo hicieron. Eso les honra.
En Libia no se sabe. La cadena catarí no tenía la presencia que se vio en Túnez y en Egipto. Libia cerrada, Libia extraña.
La información sobre lo que pasaba es contestada actualmente por mi piara. No hubo represión, no hubo manifestaciones, ¿dónde están l@s muert@s?
Vuelvo a preguntar: ¿Cómo saber?
Lo que yo creo saber es que aparentemente dos pilotos de caza libios desertaron con sus aparatos a la isla de Malta denunciando haber recibido órdenes de disparar sobre la población civil. Creo saber que sí que hubo un levantamiento ciudadano, quiero creer que en un comienzo desarmado y pacífico. Creo saber que la represión en Libia fue más allá de lo policial. Que se amplió al uso de lo militar.
De nuevo en AlJazeera información de los hospitales con personal médico asustado del carácter de los daños infligidos por municiones explosivas en víctimas ante las que no pueden ejercer ya curación alguna, a las que no pueden ayudar. Gadafi parece que extrae de Túnez y Egipto la conclusión de que solo la extrema violencia puede preservar su comunitarismo tribal. Un mes de por medio, desde que en un principio se comienza a hablar de zona de exclusión aérea hasta que esto se lleva a cabo. Una primera resolución de la ONU expulsa a Libia de su Consejo de los Derechos Humanos. Podríamos decir que un cachete, tironcito moral de orejas. Un mes de confusión. Imágenes de jóvenes armados en las carreteras y el espejismo de un asalto armado a Trípoli, la caída del régimen. De mientras el hijo odioso (en realidad uno de ellos) dando entrevistas y pavoneándose mientras se destapa que su tesis doctoral en participación ciudadana pudo haber sido falseada. Un gran circo mediático.
Creo que el shock de Japón puso a los gobiernos del planeta en una disposición anímica que explica la anomalía histórica de la Resolución 1973. ¿Cómo entender sino la aquiescencia en proteger civiles, sin invadir? Pero mis compañer@s de la extrema izquierda (me gusta incluirme en lo radical), desempolvan en Málaga el "No a la Guerra". Se visten del verde del libro libio, alguno de ellos.
Yo sé que mi apuesta es arriesgada. Sé que lo más posible es que la mezquindad occidental cotribuya al sufrimiento del pueblo libio con sus medios militares hipócritamente postulados en protección pero orientados a un expolio. Quiero evitarlo.
La población egipcia se defendió con palos y piedras de la agresión gubernamental. El ejercito egipcio veló por que quedara en eso. El único papel de los tanques y de los soldados era no ser usados. En Libia el multilateralismo intenta que los medios militares de destrucción no puedan ser usados. Ojalá que nadie arme más a ninguno de los bandos. Ojalá que el mismo proceso de empoderamiento de las poblaciones de Túnez y de Egipto culmine en Libia. Nuestro papel es claro. Lo que no se consiguió en el siglo XX de la cuenta cristiana ni en el oriente del Mar de Japón, ni en la Segunda República española, ni contra el austríaco infame, que seamos capaces de seguir grafiteando un planeta del cuidado, un planeta del civismo con su autoridad moral incluidas esas figuras antipáticas para la extrema izquierda a la que pertenezco, de la policía y l@s juez@s.

miércoles, 16 de marzo de 2011

el hindemburg de lo nuclear

(comentarios en escolar.net)

la clave está en el control de la tecnología y en la intensividad del capital. Es más fácil ejercer un monopolio y exprimir intensamente un solo sitio con tecnología (vinculada a lo militar) que sólo controla un reducido grupo, y con digamos 400 o 900 MW de capacidad de producción eléctrica, que 400, 800 o 1600 aerogeneradores de 1 MW cuya tecnología es más accesible y que no tiene garantía de poder seguir sometida a oligopolio.

Se cae el pastel del dinero. Eso pasa.
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yo soy antinuclear y tengo un máster y una licenciatura en ciencias. Pero no creo que ninguna cuestión sea tan incomprensible como para que cualquier persona pueda ir entendiéndola por si misma, y menos ahora con la mayor facilidad de acceso al conocimiento. Es...toy en contra del papel social que desempeñan actualmente los llamados "expertos". Son temas que nos afectan a tod@s, así que son temas políticos. Podemos decidir envenenarnos si queremos. O como dicen aquí podemos decidir renunciar a "avances" como esos del aire acondicionado, el coche,...
Yo creo que la clave es que haya un terreno de juego limpio para el debate. Ninguna carrera ni doctorado ni profesión tiene el punto de vista completo sobre estos problemas, por que son endiabladamente complejos. Así que son temas que en el mejor de los casos podremos afrontar mediante debates e intercambio de visiones entre gentes diversas. La comunidad. Eso de aquí para atrás ha sido distorsionado por el papel de los medios de masas y el monopolio del acceso al conocimiento. Al servicio de la dominación de un@s poc@s.
Cambiemos eso.

lunes, 14 de marzo de 2011

comentario que no consigo colar en escolar.net

#49

lo he sacao de aquí-> http://en.wikipedia.org/wiki/Wind_turbine

pero vaya, que mi impresión no varía mucho.

Si el reactor de marras produce como 100, 500 o mil molinos de 7, 5 o 1 MW.

¿Qué coño hacemos debatiendo sobre si poner mas centrales nucleares?

Vale que mueren aves, eso hay que contrarrestarlo. Tengo amigos en el Estrecho de Gibraltar vigilando migraciones de aves para parar los molinos. A mí me parece perfecto.

Lo que no tiene sentido es tentar a la suerte con consecuencias más allá de las peores pesadillas.

El terremoto y el maremoto estaban predichos. En España también (al menos en Málaga mi ciudad).

¿Alguien ha oido hablar del maremoto de Lisboa? Antes o después ocurren.

La cuestión es no tener innecesariamente toneladas de nitroglicerina en la guantera.

domingo, 13 de marzo de 2011

¿Bombardear a Gadafi?

yo tampoco lo veo claro. El hermetismo de la Libia anterior a esto lo ha hecho sustancialmente diferente a lo vivido en Túnez y en Egipto. No sabemos mucho de la realidad allí. Es un país inmenso, fundamentalmente desértico y despoblado. Solo la franja costera alberga a sus 6,5 millones de habitantes, casi dos de ellos en la capital. Pues bien, parece que empezaron a haber manifestaciones y se desencadenó una represión brutal. La diferencia para mí es que el régimen actuó militarmente, y que la oposición también se dejó llevar a ese campo. Ahora hay (quiera que no) dos legitimidades.

Las llamadas a derrocar a Gadafi son un tanto intervencionistas. Otra gente llama a suministrar armas a los opositores. Lo de la exclusión aérea suena razonable. No tengo nada claro que haya que bombardear tanto ni que sea tan riesgoso para la población civil. Creo que más que nada nuestro occidente está noqueado y no sabemos ya por donde nos vienen las sorpresas. No tenemos discurso, ni hacia dentro ni hacia fuera.

Me gustaría más una vía no-violenta. ¿Pero cómo? Quizás investigando esos flujos de dinero y las conexiones energéticas. Si estamos sufragando al régimen, ¿cómo hablar de bombardearles? Mirarnos en el espejo del norte de áfrica es (imagino) un ejercicio doloroso. Ahí está también Argelia, que es una casilla próxima de este juego de la oca. Nuestra energía y nuestras propias oligarquías. A ver que pasa.

viernes, 11 de marzo de 2011

mi texto de hace diez años sobre el 11m

(creo que lo escribí la mañana del día 12, en la cama que andaba malito, escuchando radio)
Por una política extendida contra el terrorismo extendido

En Alhoceimas hemos muerto setecientos de nosotr@s y son ahora las mochilas las que nos acercan a la muerte, que sabemos sobrevuela intensamente nuestra dominación de éste, nuestro tercer planeta.

Ambas muertes hermanas visitan ésta nuestra pequeña campaña electoral. Hemos absorvido las economías de paises que nos devuelven sus riquezas acompañadas de personas, anhelos, culturas y también conflicto. La economía argentina es gestionada desde un banco vasco que se reune en el golpeado Madrid. En Madrid no sabemos si ha sido vasco.

Las muertes hermanas, las muertes que comparten camino con nosotr@s. Es el petróleo su negra estola, y es el asfalto su rail. La vida es la estación de Atocha, y hasta ella llega, como hasta tantos otros sitios y seres. Y nosotr@s somos parte de la vida, acogemos terremotos, bombazos, y tantas otras cosas. Y nos volcamos en cuidar, sanar, reconstruir, y la vida sigue, pero sabemos que nuestra suerte también es la que elegimos. Es por esto que lo que hacemos es la política extendida, en un somnolente latir de asociaciones y vida civil.

En Alhoceimas las asociaciones de la vida civil y el despliegue militar policial acompañan el dolor y el miedo de l@s rifeñ@s, y muchas personas han muerto sin poder haber sido rescatadas en una sociedad atrapada por su propia democracia formal. La gente joven articula el reparto de la ayuda a las aldeas diseminadas, y acompañan y acumulan el recuento de l@s muert@s. Aquí escuchamos de la espiritualidad de la respuesta en el momento de las personas presentes en la estación de Atocha, y en la jornada de velación y dolor. Estamos teniendo mucho dolor. Es conocido de Galicia, de Aznalcollar, y posiblemente pronto hubiera podido destrozar Casabermeja y Alozaina*. Allí en verano en los trigales les atan los cuernos al diablo en festejación de la cosecha, y por aquí lo mismo hubieran querido poner una autopista de peaje desde Bruselas a Marbella. Pero éste es un dolor futuro.

En esta nuestra democracia formal elegimos la lista de las personas que vigilarán a nuestros ejecutores, otras latitudes no tenemos ni esa suerte. Y no sólo las elegimos, sino que también nos presentamos, como candidat@s. E imaginamos maneras de como mejorar las cosas, y las intentamos escribir, debatir, extender. Esto a veces es grave, cuando escapa del sueño y del manto de acolchado de la comodidad. Pero sobre todo confrontamos, una guerra, una presa, un desalojo. Y nos quedamos fuera de este mal circo de poco pan y nos extrañamos mirándonos, preocupad@s de nuestra salud mental, nuestra salud pública.

Estamos forzándonos a madurar y quiera alá que así sea.

(*) Creo que quise decir Almogía (glubs)