martes, 21 de julio de 2015

Panfleto urgente desde el nor-adriático


Imágen: Torre de San Telmo. Mariano Sánchez. 1742-1822. Fuente: Nereo
 A los pies de el Arroyo del Leñar. Una rambla mediterránea seca casi siempre, ahora embovedada y que queda debajo del asfalto de la subida al barrio residencial del Cerrado de Calderón, donde mora la Málaga Bien. Esa arena falta en la playa al no bajar con las lluvias. Y la playa decrece, se erosiona.

A levante del gigantesco dique de Levante del Puerto de Málaga, diseñado con tecnología holandesa para que reflejara el oleaje, tan bien que lo refleja hacia su levante (las playas de la Malagueta y de Pedregalejo), que se erosionan. También el Puerto ampliado erosiona al otro lado, en Huelin. Todo ello se previó ya en su evaluación de impacto ambiental, tras la cual el Puerto se conformó con pagar la aportación de arena artificial durante el primer año, allá por los noventa.
Vértice de la cuña que hacen Pedregalejo, y el Palo, de urbanismo tradicional pescador y okupa. De casas construidas sobre la playa por necesidad imperiosa, y paraíso de sombra y frescura.
Antiguo Cabo, templo imaginario de lo fenicio, de Astarté, de la fecundidad y de la vida. Sitio de veraneo de García Lorca. Lugar de mítines transicioneros de Felipe González Márquez vestido de pana.
Colapso okupa, campamento incontrolado donde se quema la gente. Vallado infame y okupación automovilística.
Metáfora de una ciudad que no termina de comprenderse, ni de comprender su mar ni su tierra, pero que sigue respirando, pariendo y fecundando, a espera de que elevemos nuestra capacidad empática, nos escuchemos, escribamos y acordemos cómo hacer más bello lo bello, cómo superar el daño y parar su reproducción.
La Ley de Costas y las Universidades cercanas, los Parlamentos, los Colegios de Ingenieros e Ingenieras, la Arquitectura toda, la Ciencia Ambiental o la Internet misma... una hogera natural en el rebalaje con estrellas y árboles detrás, el compadreo sin pasaportes y la asamblea que desatascamos este nudo pequeño que es el mismo nudo más gordo que está por todas partes.