viernes, 29 de enero de 2010

Manifiesto en apoyo de la ciencia en España

¡MOVILIZACIONES EN DEFENSA DE LA CIENCIA EN ESPAÑA!

La investigación y la innovación son cruciales para el desarrollo y el bienestar de la sociedad, especialmente en tiempos de crisis. En estos momentos se está demostrando que la supuesta prosperidad que daba el ladrillo no era sino pan para ayer y hambre para hoy, y la economía española sigue inmersa en la crisis de la que han salido ya varios países vecinos, que han optado por un modelo económico más sólido.

En este contexto de crisis, tras una década de complacencia, se empezó a hablar con urgencia de la necesidad de un cambio de modelo en pos de una economía sostenible. Sin embargo, observamos, alarmados y con desazón, que la inversión en investigación y desarrollo es el primer "daño colateral" en las finanzas del Estado, a pesar de que sólo dedicamos a Investigación+Desarrollo+innovación (I+D+i) el 1’35% del PIB(1), frente al 2% que se había marcado el PSOE como objetivo para el año 2010(2) o el 3% que fija como meta la Agenda de Lisboa y el Objetivo de Barcelona (3),(4),(5), cifra que ya es notablemente inferior a la inversión actual de nuestros vecinos del norte de Europa(6).

El daño no se limita al Gobierno central y sus presupuestos, pues la gran mayoría de las Comunidades Autónomas también ha recortado los recursos destinados a investigación o a universidades, en algunos casos en un porcentaje muy elevado. Un colectivo muy afectado por este "tijeretazo" será el de los aspirantes a entrar en la carrera investigadora y, especialmente, el de los científicos con contrato temporal, que verán en muchos casos como éste no se renueva, después de todos sus años de trabajo, durante un proceso de formación y perfeccionamiento continuo financiado en gran parte por el Estado, que desaprovecha así su inversión.

El sector científico fue totalmente marginado de las medidas anticrisis, cuando un Plan-E(7) consagrado a la Investigación y a las infraestructuras científicas podría haber cumplido los mismos objetivos que el efectivamente realizado y haber supuesto un salto cualitativo aprovechable en años posteriores, a diferencia de muchas de las obras que fueron financiadas por el Gobierno central. Del mismo modo, el aumento del paro debería haber impulsado un programa nacional urgente de formación de investigadores y técnicos y de reciclaje de trabajadores de sectores excedentes; además, hubiese sido un excelente momento para impulsar las actividades de I+D+i en el sector privado, especialmente en las PYMES, las más afectadas por la crisis. Oportunidades para conjuntar estímulo y avance de la ciencia y la tecnología no faltan.

Así, en lugar de esforzarse por obtener recursos e idear medidas de estímulo a la I+D+i, ésta ha sido la principal sufridora de la “austeridad”, lo que implicará, necesariamente, que no se puedan cumplir muchas metas. Por detrás de algo que puede sonar tan abstracto como sistema de I+D+i, se esconden cosas tan concretas como la investigación del cambio climático, el descubrimiento de nuevos medicamentos, la optimización energética y el desarrollo de fuentes de energía alternativas, la
lucha contra el cáncer, etc. El recorte financiero implicará necesariamente un retraso en estas y otras investigaciones.
Esta amenaza coyuntural, muy preocupante por sí sola, se ve agravada en gran medida porque el sistema científico español adolece de una serie de males estructurales, endémicos, que, en el mejor de los casos, son parcheados de un modo deficiente. Entre estos, podemos señalar:

1. Cambio continuo de los responsables burocráticos y de las estructuras de gestión de la investigación.
2. Falta de un calendario fijo de convocatorias de los diversos programas de ayudas a grupos y proyectos de investigación y atrasos burocráticos en su concesión.
3. Ausencia de continuidad y estabilidad en los programas de Recursos Humanos, con continuos cambios en las fechas de las convocatorias y reiteradas dilaciones en la resolución.
4. Arbitrariedad y falta de planificación en los sistemas de selección, promoción y estabilización, que implican la carencia de una política de RRHH sólida, competitiva y con un proyecto a largo plazo.
5. Paralización de la nueva Ley de la Ciencia y de diversas iniciativas legislativas (EPDI(8), PL-A(9), PL-FJI(10)), necesarias para la regulación de las figuras de las diversas carreras del sistema científico (gestora, docente, técnica e investigadora).

La comunidad científica ha expresado su más firme rechazo ante una situación que es insostenible. Creemos que es necesario mostrar nuestro malestar por esta situación y que es hora de salir a la calle y transmitir un mensaje claro, directo y contundente al Gobierno central, a los diferentes gobiernos autonómicos y a toda la sociedad española.

· Exigimos una apuesta clara y decidida por una sociedad basada en la investigación y el desarrollo como pilares de futuro, mediante un Pacto de Estado por la Ciencia y la Investigación. Exigimos un compromiso real, escrito y a largo plazo de los partidos políticos, con participación de los diferentes agentes sociales implicados y de las Comunidades Autónomas, para dotar de estabilidad y proyección al sistema científico español.
·Exigimos un incremento real (no basado en créditos reembolsables) de los recursos públicos y privados en el sector de I+D+i, de modo que en el plazo más corto posible se iguale la media europea en % de PIB y que se supere esa cifra en un plazo no superior a diez años, de forma que la economía española se convierta en un motor sólido y estable, a la altura de
las potencias más desarrolladas. Así mismo, se han de evaluar y revisar, de acuerdo con los resultados o las políticas estratégicas, las subvenciones públicas al sector privado de I+D+i.

· Exigimos el diseño de una carrera investigadora basada en la planificación racional de las etapas y en la profesionalización digna de los diferentes estamentos del sistema científico, y que vaya acompañada de una política de recursos humanos rigurosa y coherente que favorezca la estabilización de los investigadores que hayan superado las evaluaciones
oportunas y la promoción del personal debidamente examinado y acreditado.

Por todo esto, las diferentes asociaciones, sociedades, sindicatos, grupos e investigadores abajo firmantes creemos que es el momento de que toda la comunidad científica (gestores, docentes, técnicos y científicos) y la sociedad en general se unan en una gran movilización para lanzar un fuerte mensaje al gobierno estatal y a los gobiernos autonómicos: es necesario que todos juntos apostemos clara y decididamente por la ciencia y la innovación en este país.

SALGAMOS TODOS A LA CALLE EL DÍA 6 DE MARZO DE 2010 PARA HACER LLEGAR ESTE MENSAJE:

«INVESTIGAR ES INVERTIR EN FUTURO»

1 http://www.ine.es/prensa/np575.pdf
2 www.psoe.es/download.do?id=37214 (página 167)
3 http://www.europarl.europa.eu/summits/lis1_es.htm
4 http://cordis.europa.eu/era/3percent_en.html
5 http://europa.eu/rapid/pressReleasesAction.do?reference=IP/02/122&format=HTML&aged=1&language=EN&guiLanguage=en
6 http://epp.eurostat.ec.europa.eu/statistics_explained/index.php/R_&_D_expenditure
7 http://www.plane.gob.es/que-es-el-plan-e/
8 http://www.precarios.org/EPDI-Estatuto+del+Personal+Docente+e+Investigador
9 http://www.precarios.org/Proposicion+de+Ley+Andalucia
10 http://www.precarios.org/Proposici%C3%B3n+de+Ley+FJI

sábado, 16 de enero de 2010

El asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht

El asesinato de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht. Hubo una vez una revolución en Alemania
David Arrabalí-Mundo Obrero 09
La noche del 15 de enero de 1919 en Berlín, fue detenida Rosa Luxemburgo: una mujer indefensa con cabellos grises, demacrada y exhausta. Una mujer mayor, que aparentaba mucho más de los 48 años que tenía.
Uno de los soldados que la rodeaban, le obligó a seguir a empujones, y la multitud burlona y llena de odio que se agolpaba en el vestíbulo del Hotel Eden le saludó con insultos. Ella alzó su frente ante la multitud y miró a los soldados y a los huéspedes del hotel que se mofaban de ella con sus ojos negros y orgullosos. Y aquellos hombres en sus uniformes desiguales, soldados de la nueva unidad de las tropas de asalto, se sintieron ofendidos por la mirada desdeñosa y casi compasiva de Rosa Luxemburgo, "la rosa roja", "la judía".
Le insultaron: "Rosita, ahí viene la vieja puta". Ellos odiaban todo lo que esta mujer había representado en Alemania durante dos décadas: la firme creencia en la idea del socialismo, el feminismo, el antimilitarismo y la oposición a la guerra, que ellos habían perdido en noviembre de 1918. En los días previos los soldados habían aplastado el levantamiento de trabajadores en Berlín. Ahora ellos eran los amos. Y Rosa les había desafiado en su último artículo:
«¡El orden reina en Berlín! ¡Ah! ¡Estúpidos e insensatos verdugos! No os dais cuenta de que vuestro orden está levantado sobre arena. La revolución se erguirá mañana con su victoria y el terror asomará en vuestros rostros al oírle anunciar con todas sus trompetas: ¡Yo fui, yo soy, yo seré!».
La empujaron y golpearon. Rosa se levantó. Para entonces casi habían alcanzado la puerta trasera del hotel. Fuera esperaba un coche lleno de soldados, quienes, según le habían comunicado, la conducirían a la prisión. Pero uno de los soldados se fue hacia ella levantando su arma y le golpeó en la cabeza con la culata. Ella cayó al suelo. El soldado le propinó un segundo golpe en la sien.
El hombre se llamaba Runge. El rostro de Rosa Luxemburgo chorreaba sangre. Runge obedecía órdenes cuando golpeó a Rosa Luxemburgo. Poco antes él había derribado a Karl Liebknecht con la culata de su fusil. También a él le habían arrastrado por el vestíbulo del Hotel Eden.
Los soldados levantaron el cuerpo de Rosa. La sangre brotaba de su boca y nariz. La llevaron al vehículo. Sentaron a Rosa entre los dos soldados en el asiento de atrás. Hacía poco que el coche había arrancado cuando le dispararon un tiro a quemarropa. Se pudo escuchar en el hotel.
La noche del 15 de enero de 1919 los hombres del cuerpo de asalto asesinaron a Rosa Luxemburgo. Arrojaron su cadáver desde un puente al canal. Al día siguiente todo Berlín sabía ya que la mujer que en los últimos veinte años había desafiado a todos los poderosos y que había cautivado a los asistentes de innumerables asambleas, estaba muerta. Mientras se buscaba su cadáver, un Bertold Brecht de 21 años escribía:
La Rosa roja ahora también ha desaparecido.
Dónde se encuentra es desconocido.
Porque ella a los pobres la verdad ha dicho
Los ricos del mundo la han extinguido.
Pocos meses después, el 31 de mayo de 1919, se encontró el cuerpo de una mujer junto a una esclusa del canal. Se podía reconocer los guantes de Rosa Luxemburgo, parte de su vestido, un pendiente de oro. Pero la cara era irreconocible, ya que el cuerpo hacía tiempo que estaba podrido. Fue identificada y se le enterró el 13 de junio.
En el año 1962, 43 años después de su muerte, el Gobierno Federal alemán declaró que su asesinato había sido una "ejecución acorde con la ley marcial". Hace sólo nueve años que una investigación oficial concluyó que las tropas de asalto, que habían recibido órdenes y dinero de los gobernantes socialdemócratas, fueron los autores materiales de su muerte y la de Karl Liebknecht.

lunes, 11 de enero de 2010

volveeerr.... sólo si quieres

Escribo desde la barra de un bar español, regentado por Bangladeshíes en Austria, en Viena.
He paseado por las calles del distrito 19 y sólo he visto bares semivacíos con rescoldos de soledades en todo tipo de suntuosidades. Las mismas que dejé atrás invadiendo mi Medina de Málaga. Ya no sigue la Taberna Cinco Bolas al pie de la Torre Mudéjar de la que fue una de las cuatro mezquitas de antes de la sangrienta cristianización. Los Capuchinos pudieron bien ser monjes guerreros y su campamento en el sitio a la Málaga nazarí asentarse en huertas de las afueras al norte del Cementerio que esconde el obelisco de la Merced. Capuchinos que nombran calles, barrios y vidas de ciudades otras. En Cádiz, Sevilla, Granada, Viena y América Latina. En América Latina me dice uno que en los barrios de San José de Costa Rica la inseguridad la causan los extranjeros: colombianos, venezolanos... En las cercanas elecciones para la sustitución de Oscar Arias un candidato anuncia en vallas: "Expulsaré a los extranjeros delincuentes". No se refiere a las trasnacionales del plátano como Chiquita o Dole, por ejemplo. En la Ciudad de Málaga un amigo ha sido apresado. Se llama Leo. Tuve la suerte de pasar una navidad con él. En una casa emblemática de esa difusa frontera entre Pedregalejo y Bellavista que son los Baños del Carmen. Una casa que siempre admiré desde el autobús porque tenía una exhuberante floristería, y una escalera hacia arriba. Arriba y arriba, la que ha de ir al Cerro de San Telmo. Lugar secreto entre tantos de nuestra ciudad trimilenaria. Como el otro barrio de Conde Ureña. Otro señor de la conquista aquella. Acampado hace cinco siglos en los arrabales de la joya costera de la cima del Islam: Granada. Las Calles de Conde Ureña tienen jazmines, silencio, estrellas. Todo un secreto. Allí vive un yanki que conozco, con su hijo y su compañera malagueña. Aunque sea ciudadano de la metropolí necesita un permiso de residencia. Un permiso de trabajo. El paro en España y el "mercado de trabajo" con la potestad nuestra de permitir a quién de los no españoles, y de las no españolas, el acceder a él. Un mundo con continentes, mares y fronteras. Continentes arriba y continentes abajo. Fronteras alambradas. Nuestro pan y el pan que falta. Y los siglos, y las historias calladas. Tengo un tio abuelo o bisabuelo o algo de eso que escapó a Filipinas. Argentina generaciones después nos envía a Leo. Esa persona que duerme ahora al otro lado de la puerta de metal que bajo una bandera roja y gualda atrapa a doscientas nacionalidades y tonalidades de colores, de tristezas y de esperanzas. Era un Cuartel. Después, finalmente, un cuartel abandonado. En sus alrededores arraiga el movimiento vecinal y asociativo. Desde la transición pendiente que piden que el lugar sea empleado para usos culturales, sociales, deportivos, vecinales. Es una parcela inmensa. Estratégica, militar. Es por eso que lo tenemos en nuestro actuar. Queremos recuperar lo que fue el Cuartel de Capuchinos, liberarlo de su uso siniestro actual, al igual que queremos liberar el antiguo Cuartel de Segalerva, sanar lo siglos de mal karma. O al menos parar su reloj. Dos okupas nuestros fueron "metíos p'adentro" y apaleados hace unos años. Al que era argentino/italiano lo intentaron expulsar. La presión, nuestra presión, la que tenemos y ejercemos, estuvo ahí. Modestamente, como ahora. Hubo un tiempo en el que decenas de bicicletas gritábamos a Málaga a pecho descubierto "No Somos Muchos, pero Somos Pocos". Nada peor que un yin o un yan sin su mota de contrario. Como la arena en el engranaje representamos una gran importancia. Aún no sé si en esa ampliación incuestionada del Aeropuerto Picasso hay construyéndose uin campo de concentración como aquellos de por estas tierras. Matthausen anda por aquí, por Austria. No me atrevo a visitarlo. En el continente africano hay paises en guerra. ¿Quién me asegura que las personas que son deportadas no son enviadas a esas "duchas" de "el trabajo os hará libres"? Francia salvó el culo por quienes se jugaban el tipo. Así también el Franquismo "cuéntame". ¿De veras Málaga quiere expulsar gente?
Si acaso miremos a nuestro Occidente. A nuestros delitos urbanísticos, arrasamientos. Expulsemos comportamientos. Pero no nos digan que nos amenazan las identidades argentinas, marroquíes, ecuatorianas. Málaga es eso. Desde antes del tiempo. Lo somos y así lo defendemos. ¡Libertad para Leo!

¡Caigan los muros de Capuchinos!

¡Justicia, Tierra, Agua, Pan!

Desde aquí lejos,

Salva E