El argentino Leo está deportado de vuelta en su Cono Sur, pero aún ve bien recurrir esa orden de expulsión que lo llevó gratis a su lugar de nacimiento y que le prohibe volver durante cinco años.
Escucho grupos de Japón, Chequia y no se sabe en lo que originariamente fue una casa ocupada llamada "Arena". Son de Hard-Core. La noche va de Hard-Core. Buena noche.
He montado una linea argumental por internet para recurrir su orden de expulsión (la de Leo). Ejecutada ya (por otra parte). Mi contraparte sureña me aclara que no en lo de los cinco años. Así que merece la pena. La Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, publicada para su ratificación españolita en el Boletín Oficial del Estado en 1979, consagra en su artículo 13.1 la libertad de circulación y el derecho a establecer la residencia. Eso debería bastar. Es Hard!
Putas okupas europeas. Siento la referencia banal a las putas (es decir, me disculpo, en lo posible, con ellas).
En la ocupa residencial de XXXXXXX en Málaga (Andalucía, España), alguien ha hecho pintadas aludiendo a un residente (algo así como "XXXXX muérete ya"). Las ocupas de Viena (o incluidas las ocupas que fueron ocupas y ahora están legalizadas) no tienen muchas consignas políticas. Tienen alguna, pero hay que buscar. Europa parece estar de acuerdo con eso de tener fronteras. Excepto por alguna pegatina perdida en el mar de mugre que reza "No border, no nation" con una figura en fondo negro de un panda. Así está la cosa aquí. El grupo Hardcore con la cantante enfadada canta sólo la mitad de su repertorio. La timidez es gritar sólo una o dos veces "otra". Tod@s lo tienen asumido. Ese es ahora mi choque cultural. Patearé hora y media a mi casa. Esta es la puta (con perdón de las putas) capital de Centroeuropa, pero no hay NADA. En verano, tras referendum, ampliarán el horario del metro los fines de semana a toda la noche, aunque pagando más. Nadie sabe qué pintar en las ocupas. Europa necesita.
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